lunes, 30 de abril de 2012

Racionalidad Minera

Este artículo es elaborado a partir de un resumen de la profesora Gina Gogin sobre la exposición de Guillermo Vidalón, cuando estuvo de invitado en una de sus clases de Interculturalidad, durante el programa de Perfeccionamiento en Comunicación Para el Desarrollo 2011-II de la Unidad de Posgrado y Ciencias Humanas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (setiembre-diciembre); en este artículo están mis aportes como una colaboración al sentido que tenía el curso, y sobre todo a la profesora, y es también un ensayo de lo que sería una crítica en favor de la actividad extractiva, pero que de ninguna manera representa mi posición real y personal.


LA MINERÍA PARA UN VERDADERO DESARROLLO

La minería es una actividad fundamental para el desarrollo global y científico, es una actividad de primer mundo, similar a la que se realiza en cualquier país desarrollado. Como lo ha sido también para la agricultura, la evolución de la tecnología, o la cultura como en la propia evolución del ser humano. Es insostenible reducir la actividad minera solo a explotación y contaminación, hay necesidad de conocer la actividad no sólo desde las consecuencias sino desde el desarrollo que genera para otras actividades económicas que también se benefician y dependen de ella. Sin embargo es posible discursar lo opuesto bajo sus efectos del pasado sin considerar la tendencia del desarrollo extractivo a la responsabilidad social que rige en nuestro tiempo, y al Estudio de Impacto Ambiental (EIA) reglamentado por ley.

Rentabilidad como un proceso necesario y de compensación

La rentabilidad es el reconocimiento que otorga la sociedad, los consumidores, los demandantes de los productos minerales, de esa manera se establecen los precios de productos que son “commodities” –similares en cualquier parte del mundo-. En ese fin la rentabilidad no es el simple y vago concepto de lucro sino un proceso de compensación que sirve para establecer precios. Ello nos permite responder a la urgencia de conocer también a la actividad minera desde una perspectiva empresarial.

Si la gente demanda más cobre y la producción no aumenta sus precios subirán y viceversa, ley de la oferta y la demanda. La perspectiva empresarial en el mundo minero, contra lo que comúnmente se cree no es la de mantener precios altos, todo lo contrario. El precio alto estimula que haya mayor producción para aprovechar las ventajas presentes pero, como ampliar una operación o desarrollar un yacimiento toma como mínimo 2 años, muchos productores intentan hacer lo mismo hasta que saturan el mercado y los precios caen, este proceso es progresivo, por eso resulta ilógico afirmar con propiedad que en el caso de productos commodities haya concertación de precios. De ser así, Chile, primer productor del mundo reduciría su producción para que el precio suba aún más y “prolongue” la vida útil de sus minas, pero eso también resulta falso porque otros productores del mundo invertirían más en exploración y desarrollo de proyectos en otros lugares y se correrían el riesgo de ser desplazados del primer lugar en el mundo.

A nivel local, y regional los beneficiarios son las municipalidades locales en función del canon minero y las regalías que reciben, los cuales se distribuyen según escala establecida por ley, además de los apoyos directos o aportes voluntarios que otorgan las empresas directamente. El Canon Minero es el 50% del impuesto a la renta pagado por las empresas mineras, el cual debe retornar al departamento o departamentos productores. Las regalías son el 3% de las ventas (ingreso bruto de las empresas), su distribución beneficia con el 5% del total transferido por el gobierno central a las universidades nacionales que deben destinar dichos montos a investigación. Las empresas mineras pagan entre el 45% y 48% de sus ingresos, el saldo restante es el beneficio para las empresas inversoras, sean nacionales o transnacionales, beneficios a los que se puede acceder si se participa en el mercado bursátil adquiriendo sus acciones.

Entender la importancia de la minería es reconocer su proyección social

Sin minería volveríamos casi al nivel de cazadores y recolectores, pues la agricultura se hizo eficiente cuando se profundizó el surco con arados que son metálicos. Las chaquitacllas tenían puntas de cobre antes de la venida de los españoles, quienes las retiraron y fundieron para hacer los “pechos” abultados de bronce que se lucen en las puertas de las iglesias antiguas en todo el país.

La minería permite que se lleven a cabo proyectos de infraestructura vial, educativa, o según sea el convenio con el Estado y las comunidades. Entender la utilidad no sólo económica, sino práctica y cotidiana de la minería es darle reconocimiento a la actividad y a las personas. Nadie podría pretender eliminar o paralizar ésta actividad por el simple hecho de una mala negociación. Por ejemplo, el transporte, ¿acaso porque él transporte sea la actividad que más muertes ocasiona en el Perú la gente pide que desaparezca o se paralice todo un día? ¿Sería posible?

Desde una perspectiva intercultural es importante respetar la cultura de los demás como método de diálogo

Supone reconocer parte de nuestra identidad valorar las potencialidades de nuestra diversidad cultural. Es necesario saber qué piensan los demás, es decir sus percepciones, concepciones, para tomar decisiones asertivas. Hay que dejar de lado el egocentrismo cultural de occidente y dejar de pensar que somos más importantes que los otros. Es innegable que somos una cultura que ha logrado una mayor expansión, sí, pero debemos emplear las ventajas que nos ha dado esa expansión en todos los ámbitos de la vida cotidiana para reforzar el “utilitarismo” que está presente en todas las culturas. “El Utilitarismo”, la “Ley del Menor esfuerzo” es universal y promueve la interculturalidad. Este no debe entenderse como una imposición de modelo económico sino como una oportunidad. Si alguien de una cultura diferente ve que un occidental le propone hacer un cambio en sus habituales costumbres para lograr un resultado mayor que lo beneficie lo adoptará, de esta manera se propone el sincretismo entre unas culturas y otras de manera pacífica. Si uno pretende imponerse al otro de manera violenta lo que podría ganar es la postergación o dilación de la solución a un conflicto, aunque debemos admitir que conflictos siempre van a existir y que lo importante es saberlos administrar para que no hagan crisis.

Sobre los daños y responsabilidades en la minería peruana

La perspectiva histórica de la minería resulta importante cuando se habla de derechos de propiedad del terreno que permite acceder a la riqueza del subsuelo y dejar en claro que dicho ordenamiento jurídico es pre-inca, inca, colonial y republicano, por consiguiente, histórico en nuestra perspectiva de país. Los “impactos” de la minería, como de cualquier otra actividad, siempre implicarán un juicio de valor de parte interesada. La pregunta clave es: ¿“Se puede juzgar el pasado con los ojos del presente”? La respuesta obvia es no. La minería del pasado fue la de su tiempo, entonces se le consideró positiva y fue funcional a su época, el estado fue un mal negociador y el inversor un mal empresario, porque las sociedades de entonces no concebían lo que hoy denominamos impacto ambiental.

Hay quienes argumentan que la minería del pasado trasciende hasta nuestros días como una “herida” que no sutura, por lo tanto, debe compensar el daño ocasionado. En este caso hay que hallar soluciones, sí, pero ¿qué nos asegura que una indemnización económica resuelva el problema ambiental? Este es un argumento político que se usa para generar la percepción antiminera de la opinión pública, pero lo razonable sería ponerse a pensar cómo hacemos para minimizar el impacto ambiental de las actuales operaciones y cómo hacemos con aquellas operaciones que ya quebraron y cuyo pasivo ambiental no tiene paternidad en la actualidad. Las operaciones vigentes deben resolver sus pasivos en un plazo determinado. Los pasivos “huérfanos” tienen que ser asumidos por el Estado, no hay otra manera, ninguna minera aceptará resolver algo que no ocasionó, porque el Estado del pasado aceptó la operación, se beneficio. Un porcentaje del impuesto pagado por las actuales operaciones mineras debe ser destinado a la remediación o recuperación de las áreas impactadas en el pasado por la minería, eso es lo más lógico.

Luis Grimani Villasante


Ayuda.docGUILLERMOVIDALON (Archivo referente, resumen y apuntes de la profesora Gina Gogin sobre la exposición de Guillermo Vidalón en una de sus clases)

AYUDA-MEMORIA

1. Necesidad de conocer cómo es la actividad minera, no sólo las consecuencias.
La minería es una actividad de primer mundo, su actividad es similar a la que se realiza en cualquier país desarrollado.
2. Urgencia de conocer también a la actividad minera desde la perspectiva empresarial (rentabilidad que no es el simple y vago concepto de lucro.
La rentabilidad es el reconocimiento que otorga la sociedad, los consumidores, los demandantes de los productos minerales, de esa manera se establecen los precios de productos que son “commodities” –similares en cualquier parte del mundo-. Si la gente demanda más cobre y la producción no aumenta sus precios subirán y viceversa, ley de la oferta y la demanda. La perspectiva empresarial en el mundo minero, contra lo que comúnmente se cree no es la de mantener precios altos, todo lo contrario. El precio alto estimula que haya mayor producción para aprovechar las ventajas presentes pero, como ampliar una operación o desarrollar un yacimiento toma como mínimo 2 años, muchos productores intentan hacer lo mismo hasta que saturan el mercado y los precios caen, este proceso es progresivo, por eso resulta ilógico afirmar con propiedad que en el caso de productos commodities haya concertación de precios. De ser así, Chile, primer productor del mundo reduciría su producción para que el precio suba aún más y “prolongue” la vida útil de sus minas, pero eso también resulta falso porque otros productores del mundo invertirían más en exploración y desarrollo de proyectos en otros lugares y se correrían el riesgo de ser desplazados del primer lugar en el mundo ), a nivel local, regional (en estos niveles los beneficiarios son las municipalidades locales en función del canon minero y las regalías que reciben, los cuales se distribuyen según escala establecida por ley. Además de los apoyos directos o aportes voluntarios que otorgan las empresas directamente. El Canon Minero es el 50% del impuesto a la renta pagado por las empresas mineras, el cual debe retornar al departamento o departamentos productores. Las regalías son el 3% de las ventas (ingreso bruto de las empresas), su distribución beneficia con el 5% del total transferido por el gobierno central a las universidades nacionales que deben destinar dichos montos a investigación) y transnacional (Las empresas mineras pagan entre el 45% y 48% de sus ingresos, el saldo restante es el beneficio para las empresas inversoras, sean nacionales o transnacionales, beneficios a los que se puede acceder si se participa en el mercado bursátil adquiriendo sus acciones).
3. Entender la utilidad no sólo económica, sino practica y cotidiana de la minería, qué pasaría si no existiera?
Sin minería volveríamos casi al nivel de cazadores y recolectores, pues la agricultura se hizo eficiente cuando se profundizó el surco con arados que son metálicos. Las chaquitacllas tenían puntas de cobre antes de la venida de los españoles, quienes las retiraron y fundieron para hacer los “pechos” abultados de bronce que se lucen en las puertas de las iglesias antiguas en todo el país.

4. Por eso es necesario saber qué piensan los demás de uno, es decir sus percepciones, concepciones, etc.
Sí claro, Zun Zhu, en “El Arte de la guerra” dice que hay que conocer al enemigo. Con esto no quiero decir que el antiminero es un enemigo, prefiero verlo como una persona equivocada o desinformada ante quien tengo la obligación de informarlo y persuadirlo, de ser el caso.

5. Desde una perspectiva intercultural respetar la cultura de los demás.
Por supuesto. Hay que dejar de lado el egocentrismo cultural de occidente y dejar de pensar que somos más importantes que los otros. Somos una cultura que ha logrado una mayor expansión sí, eso es innegable, pero debemos emplear las ventajas que nos ha dado esa expansión en todos los ámbitos de la vida cotidiana para reforzar el “utilizarismo” que está presente en todas las culturas. “El Utilitarismo”, la “Ley del Menor esfuerzo” es universal y promueve la interculturalidad. Si alguien de una cultura diferente ve que un occidental le propone hacer un cambio es sus habituales costumbres para lograr un resultado mayor que lo beneficie lo adoptará, de esta manera se propone el sincretismo entre unas culturas y otras de manera pacífica. Si uno pretende imponerse al otro de manera violenta lo que podría ganar es la postergación o dilación de la solución a un conflicto, aunque debemos admitir que conflictos siempre van a existir y que lo importante es saberlos administrar para que no hagan crisis.
6. Mención a la minería peruana desde una perspectiva histórica.

La perspectiva histórica de la minería resulta importante cuando se habla de derechos de propiedad del terreno que permite acceder a la riqueza del subsuelo y dejar en claro que dicho ordenamiento jurídico es pre-inca, inca, colonial y republicano, por consiguiente, histórico en nuestra perspectiva de país. Los “impactos” de la minería, como de cualquier otra actividad, siempre implicarán un juicio de valor de parte interesada. La pregunta clave es: ¿“Se puede juzgar el pasado con los ojos del presente”? La respuesta obvia es no. La minería del pasado fue la de su tiempo, entonces se le consideró positiva y fue funcional a su época. Las sociedades de entonces no concebían lo que hoy denominamos impacto ambiental. Hay quienes argumentan que la minería del pasado trasciende hasta nuestros días como una “herida” que no sutura, por lo tanto, debe compensar el daño ocasionado. En este caso hay que hallar soluciones, sí, pero qué nos asegura que una indemnización económica resuelva el problema ambiental. Este es un argumento político que se agita azuzando la percepción antiminera de la opinión pública, pero lo razonable sería ponerse a pensar cómo hacemos para minimizar el impacto ambiental de las actuales operaciones y cómo hacemos con aquellas operaciones que ya quebraron y cuyo pasivo ambiental no tiene paternidad en la actualidad. Las operaciones vigentes deben resolver sus pasivos en un plazo determinado. Los pasivos “huérfanos” tienen que ser asumidos por el Estado, no hay otra manera, ninguna miera aceptará resolver algo que no ocasionó. Por qué el estado, el estado del pasado aceptó la operación, se benefició de la operación. Un porcentaje del impuesto pagado por las actuales operaciones mineras debe ser destinado a la remediación o recuperación de las áreas impactadas en el pasado por la minería, eso es lo más lógico.
7. Explicación de casos.

Los casos los plantearon los alumnos y fue absolviendo cada uno de ellos en la medida de mi conocimiento.

Gina Gogin

Reiterando, los 7 puntos fueron desarrollados en una de las clases del curso Interculturalidad por Guillermo Vidalón en calidad de invitado.