martes, 3 de noviembre de 2015

Un viaje a la Maratón de Berlín



Fotografía: LXG

Damos gracias a Dios, en primer lugar por esta experiencia tan maravillosa. A través de ella, esperamos puedan sentir lo que sentimos, y conozcan un poco de esta ciudad, y la cultura alemana. Les compartimos nuestra vivencia.

Fotografía: LXG
Nunca imaginamos, que nuestra aventura de viajar a Berlín, la capital de Alemania, comenzaría un día trotando por los malecones de Miraflores, en un encuentro casual con nuestro auspiciador, de la empresa LXG Capital. Que vieron en nosotros, a dos deportistas con capacidad de auspicio, y que desde hacía mucho tiempo nos habían estado buscando. Para mi amigo invidente, Luis Miguel Sandoval López, y quien escribe, fue una grata noticia. LXG nos ofrecía la oportunidad de cruzar el atlántico y la península ibérica, para correr la Maratón de Berlín, una de las maratones más concurridas del mundo.

Llevamos lo mejor del Perú, así lo sintieron nuestros corazones, desde el primer momento que arribamos en Berlín, muchas cosas se nos hicieron familiares, el recibimiento de la gente, el de los recepcionistas del hotel, que no esperaron con una gran bolsa de frutas secas, castañas, y productos alimenticios que nuestro auspiciador había dejado para nosotros. El idioma nunca fue obstáculos para comunicar esos gestos tan solidarios, y nos asentarnos.

Fotografía:Oscar Tupac Yupanqui


Lo más bonito era descubrir los bosques frondosos en pequeños y grandes sectores de la ciudad, un río que cruza Berlín, lo que lo hacía parecer un espacio urbano moderno, mezclado con aires y matices rurales, donde la preservación del medio no era dejado como una característica solo del campo, sino que convivía con la ciudad, en las diversas áreas verdes. No hay espacio en la ciudad donde no haya zonas arbóreas, y en algunas delimitadas por la presencia de animales silvestres, como el zorro.

Lorenzo of 

Foto: Lorenzo de libero.it

Nos hospedamos en el Hotel Holiday Berlín City Center, el desayuno era de lo mejor, Bufet de los más variados tipos de jamones, panes, cachitos de mantequilla, albondigas de pollo, termos de leche fresca hervida, contenedora de jugos naturales, yougurts, cereales, y frutas picadas para que cada uno armara su ensalada. El ambiente era acogedor. Mi amigo ciego, Luis Sandoval, tuvo más facilidad que yo, en el uso de tarjetas para puertas eléctricas del Hotel. Los días pasaron, hicimos un entrenamiento de aclimatación previo a la competencia, y no fueron desaprovechados para conocer algo más de esta maravillosa ciudad.

Fotografía: Luis Grimani Villasante

El día de la Maratón, Luis Miguel llevo la bandera peruana en su espalda, un gran gesto, al que yo quise retribuir guiando de la mejor manera. Partimos ubicados en la mitad de la multitud, salimos 42 minutos después de iniciada la carrera. Había miles de atletas que se ubicaban en nuestro delante y atrás. Atravesamos las avenidas principales de la ciudad con mucha dificultad, pidiendo permiso, “!excuse me!”, “!excuse me, please!”, buscando espacios libres, y aprovechando al máximo los tramos laterales despejados.

Terminamos la Maratón en 3 horas y 40 minutos, un buen tiempo para la circunstancia. Somos conscientes que llegamos con una preparación adecuada, pero nunca pensamos que participarían cerca de 50 mil personas. El mejor consejo que le podemos dar a quienes quieren bajar su marca en este tipo de competencias internacionales, es llegar tres horas antes de la carrera.

Faltando 500 metros para la meta, fue emocionante cruzar la imponente puerta de Branderburgo, de 30 metros de largo y aproximadamente 70 de ancho, con mega columnas y salidas separadas, custodiado por la Diosa de la Victoria, que está ubicada en la parte superior, montada en un carro tirado por cuatro caballos, en pose de mando, apuntando hacia adelante. Es conocida también como Muro de Berlín, y tiene que ver, pero no lo es exactamente. Las impresas del muro, están grabadas con adoquines de color morado en el suelo de la ciudad, como señal de que ahí se encontraba.
Foto: Lorenzo de libero.it
Foto: Mary Arias
En el camino, pudimos comprobar, el espíritu solidario de los alemanes, como habitantes atentos y de buen trato. En toda la ruta los saludos de los niños y familias se hacían presentes. Además de la hidratación propia de la organización, estaban las mesas improvisadas por personas del público, ofreciéndonos líquido y desayuno. En ocasiones los atletas, éramos seguidos por ciclistas, en muestras de apoyo. Gracias a Dios, las cosas se fueron dando, y el promedio de nuestros tiempos parciales fueron de 27 minutos por cada 5 kilómetros. Buen viaje.


Cuando conocimos la empresa LXG, nos abrieron las puertas con toda cordialidad, algo que dice mucho de su manera de actuar tan desinteresada. Decir, que LXG solo cumplió con las políticas de responsabilidad social, es insuficiente, para la real labor que está desempeñando. Pues no solo confió en dos atletas, organizó también la Carrera de la Teletón, y fue uno de los auspiciadores de la misma Teletón. Su contribución, se suma al trabajo de difusión y apoyo del deporte adaptado. Se agradece el interés de LXG, algo que en si no debería ser solo el trabajo de una gran empresa, sino de todas las personas. Cualquiera estamos invitados a apoyar estas causas, ya sea desde la empresa donde trabajamos o manejemos, o como personas individuales. Tenemos capacidades.

Foto: Luis Grimani Villasante
En fin último, todas las acciones contribuyeron a este resultado. Desde nuestra propia preparación, los entrenamientos, los momentos de tensión por una lesión, el trámite de la Visa; y sin duda alguna, hasta los apoyos de mi madre recibidos en casa, en los cuidados y alimentación para nuestros entrenamientos. Ella fue nuestra segunda gran inversora.


Fuente: LXG

De la ciudad

Foto: Luis Grimani Villasante
Quedamos muy sorprendidos por el nivel de calidad de vida que ostenta Berlín, y por su conciencia con la energía y el medio ambiente. No en vano, Alemania, es el país con más estabilidad económica de toda Europa. Pues solo el 16 por ciento de su población, está en riesgo de ser pobre, sin embargo, el Estado dispone un fondo para estos, para evitar la pobreza y ayudarle a conseguir empleo. Es una ciudad de contrastes y de historia muy fresca.

Sus edificios son de estilos variados, en algunos sobresalían las estructuras metálicas, con formas esféricas de cristales o vidrio;  y en otros resaltan las paredes adoquinadas y techo triangular, como de casa. Las ventanas tienen marco de madera y hacen juego con el color de las paredes, que le dan una percepción de natural. Lo ingenioso o novedoso en el diseño, va en armonía con sus edificios, lo artístico prevalece.
Foto: Luis Grimani

La comida que más aceptación tiene es la italiana. Cadenas de restaurantes italianos eran visibles por toda la ciudad. En lo personal, de los visitados, recomendamos Ristorante Marinellí, Tallarín al Tartufo, Tallarin al Salmone, y Lasagne Acciemiliana, platos agradables y muy contundentes. La calidad de la pasta se degustaba. El servicio era de lo mejor, y la atención rápida. Un detalle es que cualquiera sea plato, el fideo es servido con abundante salsa de jugo, con carnes, o queso.
 

Los alemanes tienen una cultura de la práctica del ciclismo, formidable, como deporte y medio de transporte. Hay estacionamientos de bicicletas en todas partes. Si alguien trabaja lejos, simplemente maneja hasta el tren, deja su bicicleta, regresa del trabajo, y de igual manera se retira en bicicleta. En los paraderos nunca cruzan la luz roja, así no haya vehículos o se encuentren apurados. La ciudad innova con los diseños de las ruedas sin combustible, por ejemplo la de tipo triciclo de tres ruedas, adaptada para llevar a tres o cuatro personas. No existe la bicicleta con motor.

Foto: Luis Sandoval López
En el uso de la electricidad, tienen una conciencia de la contaminación visual, y a la vez una cultura del ahorro de energía, increíble. Sus edificios, locales y casas, usan la luz necesaria, que te permite ver la estructura con luz interior. Las calles no tienen doble iluminación, solo en un solo lado, y bien separado entre ellos. La energía en la publicidad de sus locales, ilumina las letras  del nombre mas no su fachada.

Su sistema de transporte es fluido y ordenado. Tienen tren subterráneo que se ramifica por toda la ciudad, y los paraderos se ubican en parques y avenidas principales. También cuentan con buses públicos que recorren diferentes rutas, y en algunos tramos se conectan a través de túneles.

La transmisión de sus programas de televisión gira en su mayoría, entre documentales, series y noticias. La publicidad está regulada. Algo que si se intentara replicar aquí, sería visto como dictadura, en lugar de una sociedad y Estado consciente. Compran por revisión de catálogos, e información por internet. La responsabilidad de sus consumos, se ven en los hábitos y buenas prácticas. No se ven cortes comerciales de tres minutos.

Foto: Luis Grimani Villasante
A la gente le gusta beber cerveza, usualmente de la marca Erdinger. Tienen una cultura etílica del buen beber. Cuentan con dos tipos de cerveza, con y sin alcohol. Sin alcohol, para los momentos de sosiego, como estudiar tranquilamente en calle, de forma personal, o con los amigos, recostados en el césped de un parque leyendo, o en la vereda. Y, con alcohol, para momentos de diversión. Estas formas de consumos y momentos, no son una camisa de fuerza, pueden variar, pero lo que más se debe considerar es la moderación.

Recomendamos llevar un mapa o pedirlo en el hotel que estamos alojados. Si en algún momento, se está perdido en una ciudad tan grande, y se es visitante, no pretendamos confiar en nuestro sentido de orientación, porque las calles se parezcan, usemos el mapa para llegar rápidamente a nuestro destino. De la misma forma para las personas que hablan el idioma, llevar un diccionario.


Finalmente, todas las personas naturales de Alemania hablan el ingles como su segundo idioma, y lo usan para comunicarse con cualquier turista o migrante. Asumen, los que no sean de su país deben saber algo de ingles. Otro detalle, es el afecto profundo que sienten por los animales, 'tenencia responsable de mascotas' les sonaría muy raro, porque es algo sobrentendido.

Luis Alberto Grimani Villasante
Periodista







Foto: Luis Sandoval López