La pretensión oportunista de la izquierda derrotada es la que ha venido predicando el credo de la meritocracia en sus propuestas, alienando sus principios a sus ambiciones de poder, y que ahora sin fuerza política buscan oxigenarse de esa manera. Los indignados o movimiento 15-M nunca tuvieron una motivación de 'hacer' política sino de manifestar su situación real y de proponer cambios en respuesta, nada más. Ahora, hay un sector de las izquierdas del PSOE y de IU que han visto a este movimiento como un cardumen, y quieren pescar gente antes de replantear sus estructuras partidarias y organizativas que llevaron por mala senda a la economía, solo así podrán demostrar que están listos de acoger las propuestas de los indignados sin que esto pueda parecer oportunismo político, mientras tanto la voz del Movimiento 15-M debe seguir en los independientes que representan cada una de sus comisiones establecidas en su organización y en su relación horizontal con todos los participantes.
No es suficiente los cambios que está haciendo el PSOE para las generales del 2012, la renuncia de Carmen Chacón y la designación de Alfredo Pérez Rubalcaba no tendrá efectos mayores significantes, pues aunque se le atribuya a éste último la caida de ETA, más que el terrorismo en la mente de los españoles está el desempleo y el mal giro económico que hizo José Luis Rodriguez Zapatero. Giro económico y crisis que enfatizó tan exitosamente el Partido Popular en contracampaña; partido que dicho sea de paso fue el único en no mostrar ningún interés en comentar las alternativas que los indignados han desarrollado para superar la crisis.
Luis Alberto Grimani Villasante
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