domingo, 24 de mayo de 2009

De la psicología a la huachafería




Indignación fue lo que sentí y vergüenza ajena al escuchar a la doctora Carmen Gonzales el día viernes en su programa "de ferente y sin mascaras" en RPP, refiriéndose al caso de Giuliana Llamoja, en el que hizo juicios desproporcionados y errados a todo nivel en un diagnóstico fallido donde calificó de “infantiles” a los padres de la parricida Giuliana, quien recién salía de la cárcel por obtener libertad condicional. Este es un asunto muy serio, no podemos hacer de la psicología una payasada, su diagnóstico no muestra ningún respeto por la madre que fue víctima de 60 puñaladas por el berrinche y odio acumulado de una hija que nunca le tuvo el mínimo respeto.

Analizando, comprendo que si bien la intención de la posición que había adquirido la doctora, iba en contra de que se le otorgara la libertad a semejante criminal, no discrepo en ese punto. Lo que me indigna es que puso a la víctima, a la madre de la chica al mismo nivel que el padre, que dicho sea de paso, fue juez y parte del proceso de su hija - ojala la prensa lo investigue- y lo insólito habiendo tenido certezas sobre el mal e infantil comportamiento del padre, como lo dijo inicialmente en su análisis “…acostumbraba a enfrentar a su hija con su madre” el padre imponía una estructura familiar injusta donde la hija hiciera todo lo que quisiera sin que nadie le diga nada, esto es grave, y de aquí nomás se deduce que nunca hizo respetar a su esposa, le quitaba autoridad frente a su hija ¿de donde saca entonces usted que la madre también es infantil?, señora Carmen ¿mencionó usted acaso alguna certeza de ella?, ¿acaso estudio su personalidad?, o la señora ¿dio algunas declaraciones antes de morir, por la cual se podría deducir ello?. Es una falta grave a la memoria de la víctima que no se puede denfender, un insulto, y lamentablemente estos psicólogos(as) facilistas se dejan vencer por la flojera, se aprovechan de la coyuntura para hacer rainting y sueltan nomás sus adjetivos sin investigar, ni dar lugar al riguroso análisis.

Y más de lo mismo en el caso que atendió después, no dejaba hablar a sus invitados y hacia conjeturas con dos o tres palabras que escuchaba, que clase de asistencia psicológica irresponsable es esa, escuchar es básico para entender. En fin todo un enredo, un caso singular el de la “doctora cachetada”, espero que ese nombrecito no este reforzando el mal trato que esta psicoanalista le sigue dando a sus invitados.

El Plop de los periodistas de RPP encargados de transmitir sus conclusiones en señal abierta, sabiendo los excesos de sus afirmaciones mal analizadas, difunden con descaro semejantes conclusiones “Noticias de último minuto…la doctora afirmó hoy en RPP que Giuliana Llamoja es hija de padres infantiles”, pero que se le va hacer chamba es chamba.

La psicología es una ciencia tan esencial para entender como funciona la mente, y comprender lo complejo del comportamiento humano a través del estudio de la conducta (como nos compartamos). Ello permite a los psicólogos hacer diagnósticos para dar algunas respuestas a nuestros habituales problemas de relación, a nivel interpersonal y social; esto requiere de una alta capacidad de discernimiento y temple adecuado en la asistencia de nuestras emociones, ya sea manifestado en el ambiente familiar, laboral, o sentimental, cualquiera sea el caso, la aplicación del conocimiento psíquico supone un respeto innato del profesional a su paciente en el acompañamiento de su problema, todo un deber dentro de todos los consultorios públicos y privados. Pero que hay cuando el profesional usa un consultorio dentro de un espacio radial, para abordar estos casos, pues la responsabilidad profesional se remarca aún más.


Luís Alberto Grimani Villasante

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